Honduras es uno de esos países emergentes de los que tanto se escucha hablar en los últimos tiempos. Este país tiene grandes planes y proyectos para desarrollar la industria y aprovechar el potencial y las ventajas competitivas que tienen en varios sectores de la economía.
En los últimos años, más de 300 compañías de todo el mundo se han instalado en Honduras, buscando nuevos mercados. Durante los últimos 30 años, todos los políticos que han gobernado el país han implantado directrices económicas propicias para atraer al inversor financiero y han trazado un panorama favorable en un entorno tendente al desarrollo empresarial, promoviendo y protegiendo la inversión privada productiva.
Al tener un negocio en Honduras, se pueden apreciar ciertas ventajas legislativas y mercantiles con las que merece la pena contar para decidir si establecerse o expandirse en Honduras:
Están las llamadas zonas libres, donde se ofrecen incentivos fiscales, aduaneros y ventajas competitivas. Actualmente, todo el país de Honduras está declarado zona libre por lo que se disfrutan de beneficios como la conversión de moneda sin ningún tipo de restricción, se puede importar toda la maquinaria necesaria para el funcionamiento de la fábrica o empresa, se aplica una exención de impuestos sobre ventas, corporativo e impuesto sobre la renta, etc.
Existen tratados de libre comercio que permiten acceso directo a importantes mercados mundiales, en especial a grandes mercados muy competitivos como los de Estados Unidos y México.
Los costes de la mano de obra son bajos comparados con la cualificación de la población activa. Los servicios de logística tienen un bajo coste y una alta calidad, lo que beneficia al inversor a la hora de establecer los márgenes de producción.
El propio país contribuye a través de financiación y ayudas para desarrollar e impartir programas de capacitación para sus trabajadores, en un ambiente de creciente conocimiento de la competitividad.